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sábado, 28 de mayo de 2016

Tarta Barbie fashion al estilo Ipoh


Mayo es mayo y por mucho que intentemos hacer trampas escondiendo el sayo en algún lugar recóndito para no ofender al espíritu del sol, mayo se ríe y hace lo que tiene que hacer.

Como esta tarta estaba planificada junto con otras dos para diferentes eventos fui práctica e hice las tres del mismo sabor, bizcocho de chocolate rellena de buttercream de chocolate blanco. Pero mayo traicionero (o no, porque nos tienen avisados desde hace generaciones) hizo retrasar el evento así que congelé el bizcocho a la espera de un tiempo propicio.






















Y es aquí dónde puede entrar una discusión de esas furibundas donde los puristas se enzarzan con los prácticos en si congelar denigra el arte repostero; allá cada cual, esta es sólo mi experiencia, así que cada uno haga de su capa un sayo, sí, sí, para mayo.

Congelé el bizcocho ya frio cortado en capas por una cuestión práctica de espacio en mi congelador. Para ello utilicé varias vueltas de papel film por capa de tal forma que no entrara nada de aire. Para descongelar y creo que esta es la clave, lo dejé a temperatura ambiente la noche anterior y “sin” quitar el papel film, de esta forma no se seca.

El resultado fue un bizcocho de sabor acentuado, fácil de tornear porque no se desmigaba y con la humedad igual a la anterior a ser congelado.


Pero , ¿por qué Barbie al estilo Ipoh?

Ipoh Bakery es una pastelería en Taipéi, Malasia, dónde el diseñador de tartas William Tan eleva a la categoría de arte en el más puro sentido sus creaciones reposteras.  La parte que nos lleva ahora es que los diseños de tarta-vestido para la muñeca Barbie han creado estilo y se habla precisamente de “estilo Ipoh”, caracterizado por la elegancia de unas largas faldas de numerosas capas que permiten ver las piernas de la muñeca.

Si algo he aprendido al hacer esta tarta es que la muñeca Barbie es rara, pero rara, rara, además existen diferentes tipos a cada cual más raro aún.

La Barbie que pudimos “despistar” a la cumpleañera tenía una cadera más alta, en un movimiento de contoneo imposible que intenté imitar para averiguar que pierna avanzaba; casi disloco la mía. Además la pierna adelantada no se quedaba cruzada sino que se desplazaba irremediablemente a la izquierda con lo que el pretendido movimiento “andante ma non tropo” se convirtió en un posado a lo Angelina Jolie. Otra curiosidad al hacerla es que lo que más dificultad me entrañó fue el peinado. Quería hacerle un peinado elegante acorde con el vestido pero la peluquería no es lo mío, si mi pobre hija siempre va peinada igual. 

Cuando después de innumerables peinados fallidos quedó a mi gusto, ataqué a la pobre muñeca con toda suerte de fijadores capilares que encontré por casa: geles, lacas, gominas. No sé si han sido capaces de deshacer el peinado pero la muñeca se cayó al suelo varias veces por pura ley de Murphy del lado del moño y el peinado sobrevivió.












Lo importante es que la cumpleañera, mi querida Emma cumplió 8 años y quedó encantada con la tarta.









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