Fondo

sábado, 22 de diciembre de 2018

Ángeles con trompeta



Mis galletas están tristes.

El pasado mes de junio una de mis galletas de navidad quedó huérfana, el pequeño a quien iba destinada nos dejó. Ha sido difícil no mezclar el azúcar y la harina con las lágrimas.

Así que ha modo de homenaje he elegido unas galletas con forma de ángel pues así me lo imagino, un nuevo ángel.

Pasé bastante tiempo buscando un modelo de galletas que no resultase muy infantil pero tampoco muy recargado y di por fin con este modelo de Sweetopia que a su vez es una versión de una imagen de Svaga en Shutterstock.com

Siempre digo que no hace falta liarse a comprar moldes para hacer galletas y que una galleta con forma sencilla, cuadrada o redonda, es un lienzo en blanco, pero para esta ocasión quería algo especial, así que me puse en contacto con la empresa que vende el molde de este modelo. Pues bien, curiosamente el modelo se fabrica aquí en España pero sólo lo vende una empresa de Canadá, y aunque es un molde barato, los gastos de envío eran desorbitados. No me desanimé, tenía que ser ese modelo sí o sí.

¿Qué hacer cuando quieres un molde que no tienes? Fabricar uno. ¿Pero cómo?



Existen tutoriales que explican cómo fabricar moldes a partir de una lata de refresco, está bien para diseños simples pero en un modelo con tanto detalle pequeño se hacía complicado así que saqué el dibujo por impresora, lo trasladé a un cartón y este fue la plantilla. La dificultad que entraña hacer galletas con un molde así es que la forma es más imprecisa y que se tarda mucho pues hay que recortarlas despacio con un cutter muy afilado. Por otro lado, el tiempo utilizado para recortar las galletas se incrementa porque la masa ha de estar muy fría y por tanto hay que trabajar con pequeños trozos de masa mientras el resto espera en la nevera ya que tiende a deformarse. El mayor problema lo encontré en la trompeta, algunas se rompieron, no pasa nada, en lugar de ángeles con trompeta se convirtieron en ángeles con flauta, también hubo alguna que quedó torcida, pero al torcerse hacia arriba quedó muy simpática.

"Taitantas" a la espera de ser decoradas

El vestido lo hice diferente, por un lado por simplificar, con “taitantas” galletas no me veía poniéndolas a todas lunares, y por otro por darle un toque personal.



Otras "taitantas" esperando el fotocall

Nos ponemos guapos

También por simplificar sólo usé dos colores para hacer el pelo, los ángeles castaños tienen el pelo como él lo llevaba.



Como siempre, cada galleta es distinta, tiene su propia carita.















































Mi querido niño, mientras siga haciendo galletas tú tendrás la tuya, esperándote.
Hasta siempre, mi ángel.