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miércoles, 30 de abril de 2014

Expotarta 2014.


Este año Expotarta no se ha celebrado en los salones de un hotel, se ha hecho mayor y merecía estar en un pabellón del recinto ferial de  Madrid. Esto de da un carácter más profesional y mejora el desarrollo de la misma haciendo más relajada la visita. En una primera impresión según entraba, eché un poquito de menos el carácter abierto que daban los stands centrales y la sensación de cercanía que sentí en las otras ediciones, impresión que se disipó rápidamente ya no sólo por la amabilidad de todos los expositores sino porque muchas veces salían de sus stands a los pasillos para saludar y hablar. Arte, mucho arte, convirtió un pabellón frío en un lugar con calidez.


Tarta "steampunk" de Barroco Cakes
Con Helga Fernández





















Visité la feria en domingo, según entré y desafiando toda lógica me fui directa al stand de Barroco Cakes. Admiro su obra y tenía una enorme ilusión por ver en vivo su tarta “steampunk”. Me sentí tan pequeñita al verla, cuánto me queda por aprender, y entusiasmada a la vez de que Helga me reconociera con la de fans que tiene. Acto seguido fui a su demostración sobre modelado de figura humana; una explicación clara, entretenida y absolutamente didáctica, que me disipó muchas dudas sobre la formación de estructuras internas.

Y como la siguiente demostración era de Bea Roque, seguí en mi sitio. Para la tercera, pintura sobre fondant, tuve que levantarme e ir a la cafetería, debería haber aprovechado y acercarme a la zona de bakeries pero estaba más lejos y no quería perderme nada. Tres demos seguidas es agotador pero mereció la pena.

Bea Roque

Es curioso, nunca fui víctima del fenómeno fan y sin embargo ahora me emociono como una adolescente cuando veo personas a las que admiro como Bea. Dí vueltas a su alrededor tímida, indecisa, ella estaba allí. En un arranqué me acerqué, le expresé mi admiración y agradecimiento pero mi cabeza decía una cosa y mi boca otra de forma atropellada. Loleta sin embargo se me escapó. Os aseguro que tanta emoción terminó por pasarme factura y me sentí mareada. Es cierto que podría haber ido a la firma de libros, no quería admitir que aún no los tengo, tentada estuve de comprarlos pero debo ser muy comedida con el gasto; por cierto en unos meses es mi cumpleaños, ahí lo dejo.

Y ya sí decidí pasear por la feria.

Stand de Muy Dulce Vinuesa
Mucho stand de venta de productos para el gran público, la mayor colección de cortadores que he visto junta, todos estaban ahí o habían pasado, alguno más popular se agotó. Me hubiese gustado una mayor oferta de creaciones, stands del tipo Barroco Cakes o Muy Dulce Vinuesa, una explosión de creatividad dulce. La mayoría aunque expusieran alguna tarta se perdía muchas veces entre los productos de venta. Hubo un stand que me fascinó por su belleza el de Bea Tartas con Arte.


Bea Tartas con Arte

Elena de Bocaditos Dulces
Eché de menos a algunos participantes de ediciones anteriores, la ausencia más sonada fue la de Alma Obregón, la versión oficial es que tenía compromisos previos y es con la que me quedo a pesar de los correveidiles.

Parada obligatoria para mí es hablar con Elena de Bocaditos dulces compañera de curso y grupo, un momentito de relax entre tanta tensión personal. No vi a Pamela la otra mitad de Bocaditos pero tenían que turnarse. Ambas son expertas en estructuras como se muestra en su tarta de botella quizás debido a su formación en arquitectura.

Tarta ganadora categoría 3D
Foto de la propia autora "My Sweetart"

Compras pocas porque como digo estoy muy contenida, una de ellas fue papel de azúcar en Las galletitas de Tita, mientras se imprimía Mónica y yo hablamos como si nos conociésemos de toda la vida, un encanto.

La exposición de concursantes se situó en la planta superior, muy buena decisión pero los cortinones rojos que protegían de la luz exterior me dificultaron las fotos. Quedé un poco decepcionada por la calidad de algunos concursantes y la participación me pareció escasa. Algunas creaciones que yo consideré muy interesantes no fueron entendidas según los comentarios que pude oír, que valoraban más el componente estético. Sin embargo los ganadores, en especial los de tartas de boda, tuvieron la admiración unánime. Este año para mí fue el de las estructuras, estoy intrigada, así que me paré para observar con más detenimiento la tarta ganadora de la categoría 3D. 

Fuera de concurso dos tartas me dejaron boquiabierta, la tarta “steampunk” y la tarta cubierta de flores en cascada.







Agotada no quería irme sin ver a Svetlana de Mi pastelería chiquitita en Avilés, mi profesora de flores y flamante ganadora del concurso de tartas de boda, y de la edición anterior en la categoría de flores. Me la encontré inesperadamente en un pasillo, qué ilusión al vernos, estaba además acompañada de Dario, El tartero real, segundo premio en categoría de bodas, cuánto talento junto. Y detrás nuestra, Molly Coppini la magnífica diseñadora, y qué hice yo, me fui a casa, tanta impresión pudo conmigo.






Esta fue mi visión, personal e intransferible de mi visita.

Expotarta, ¡ay, cómo pasa el tiempo, se nos hacen mayores!






jueves, 10 de abril de 2014

Sonría por favor. Tarta cámara de fotos.


La fotografía es la única máquina del tiempo, capaz de pararlo, de devolvernos al pasado y de hacernos intuir el futuro. Generadora de recuerdos inventados, “La fotografía, como sabemos, no es algo verdadero. Es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado.” (Arnold Newman).


Es una expresión del alma. “A través de mis fotografías puedo hablar de manera más intrincada y profunda que a través de las palabra.” (Richard Avedon). 

La mayoría de las personas nos acercamos a una cámara como a una lavadora, (¡haz tu trabajo maldita!), sin saber que “Lo más importante no es la cámara, sino el ojo.” (Alfred Eisenstaedt).  

Pero cuando la fotografía se convierte en afición, tu forma de ver el mundo cambia. “La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. No es la mirada misma.” (Susan Sontag).



Hoy es el cumpleaños de mi marido y le he regalado una cámara.



Tarta cámara de fotos de chocolate blanco.

 

Pero viniendo de mí no podía tratarse de una cámara de verdad, esas compras se las dejo a él, me confunden todos esos cachivaches, así que he unido su hobbie con su sabor favorito y salió esta tarta.


Estoy contenta con el resultado a pesar de no haber tenido más tiempo para dedicar a los detalles. Eso también es algo a aprender cuando te quieres dedicar a este mundillo, el tiempo es oro y debes saber que puedes ofrecer en ese tiempo.
La receta del bizcocho de chocolate blanco fue un experimento que salió como salió. El bizcocho quedó demasiado seco, se desmigaba con facilidad y su torneado resultaba más complejo de lo deseable; cómo arreglarlo, pues empapándolo de almíbar que lo convirtió en un bizcocho húmedo y para mi sorpresa suave al paladar, muy del gusto español, cosa que como suelo recordar no es lo mío. Y si no hay fotos del corte es porque simplemente no dio tiempo, para cuando me di cuenta la tarta había desaparecido, lo cual “me llena de orgullo y satisfacción”.



La receta, una semi-invención mía a base de leer muchas, hoy no la voy a compartir y no porque sea un secreto sino porque quiero seguir experimentando con ella hasta dar con la esponjosidad esperada, ya que de sabor me gustó mucho. Eso significa que voy a poner a trabajar a mis conejillos de indias, que no catadores; esa categoría es para cuando tienes un nivel que espero alcanzar más pronto que tarde. Tienes que rodearte de familiares y amigos dispuestos a hacer un sacrificio en post de la ciencia repostera, capaces de ser sinceros, cosa que en un principio les resultará duro pero hacia la cuarta tarta empezarán a opinar abiertamente sobre texturas y sabores.
Decid pa-ta-ta. No, mejor decid tar-ta.