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sábado, 19 de julio de 2014

Tarta osito gigante. Hola Lidia.


Cuando sostengo a un bebé entre mis  brazos siento algo muy difícil de describir, es como si todo cobrase sentido, hasta mi propia existencia... Si me pongo así de trascendental (vale, moñas) es porque seguimos de suerte en mi urbanización ya que ha llegado un nuevo bebé, la preciosa Lidia, a la que a la mínima oportunidad estoy achuchando, y es que aunque la más pequeñita de mis hijos aún tiene 3 años se me antoja muy lejana esta etapa tan bonita. 

Lo que más me llamó la atención de cuando sus padres la bajaron al parque la primera vez fue ver a su hermanita Diana, estaba henchida de orgullo y su sonrisa apenas cabía en su carita, ¡qué bonita esta "chiquipandi"!.

Para hacer esta tarta me acordé de un peluche que regalaron a mi hijo mayor, era más grande que el propio bebé e imaginé una escena donde a una niña le regalan un osito mayor que ella.










Tarta de chocolate y fresa.


El bizcocho una vez más es una receta de Bea Roque "El rincón de Bea". Como sabía que a la mamá de Lidia le gusta el chocolate elegí para la ocasión el "Chocolate Layer Cake". La receta la he seguido tal cual, sin añadir ni eliminar ingrediente alguno, así como los pasos de su elaboración; la podréis encontrar en este enlace.


Buttercream de Nesquik de fresa.

  • 220g de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 220g de azúcar glass tamizada.
  • 4 cucharadas de Nesquik de fresa
  • 80 ml de leche a temperatura ambiente.


Mezclar el azúcar con el Nesquik de fresa y la mantequilla y batir primero a velocidad baja para que el azúcar no vuele por el aire, luego subir la velocidad y seguir hasta conseguir una crema suave y uniforme de color rosa claro, unos 3 minutos. A continuación, añadir la leche y seguir batiendo hasta que esté perfectamente integrada, la leche hará que la consistencia sea aún más suave.



La decoración.

Esta tarta llegó a desesperarme hasta el llanto y no porque sea difícil, su elaboración es un poquito larga pero para nada compleja si no se sufren las bochornosas temperaturas que tuvimos la semana pasada en Madrid. El fondant se convirtió en una masa chiclosa y pegajosa, ninguno de los trucos que conozco para endurecerlo funcionaron (cmc, maicena, azúcar glass...), así que en algunas zonas la pobre tarta quedó con celulitis y ciertos elementos hechos con cortadores se deformaron ligeramente.

Prácticamente todo era comestible, salvo la tapa de la caja y, evidentemente, algunas estructuras internas de las figuras (brochetas y palillos), la tarta en si es la caja de la que sale el oso. La cabeza del oso y sus brazos están hechos con RKT (Rice Krispie Treats) o cereales de arroz con nubes de azúcar. Para el pelito de oso tuve que descartar tanto el fondant como la crema de mantequilla debido al calor, así que lo realicé de glasa real que endurece al aire.


La niña está inspirada en los preciosos bebés del maestro Carlos Lischetti, salvando muuuucho las distancias.




















Así es como he dado la bienvenida a Lidia y felicitado a su familia, y a pesar del calor he disfrutado haciéndola e imaginando la sorpresa al entregarla.