Me preguntaron si sabía de alguna receta de la Tarta de Santiago que fuera jugosa… A mí las palabras “Tarta de Santiago” y “jugosa” no me cuadran. Siempre que he comido esta tarta resultaba muy rica de sabor pero bastante seca y en algunos casos mazacote, así que creí que se trataba de una tarta seca per se, ideal para tomarla con un café. Pero el reto estaba lanzado y yo tenía que experimentar.
La Tarta de Santiago parte de una base sencilla, azúcar,
almendras y huevos, luego ya cada maestrillo le añade ralladura de limón, algún
licor e incluso canela, lo que no lleva es ningún tipo de impulsor químico
(levadura Royal).
En mi caso al no tener limones y haber hecho unos días antes
la tarta de limonccello añadí este licor en sustitución. Para mi gusto a la
almendra de va muy bien el coñac o el brandy, los asturianos somos mucho de
cocinar con coñac pero se me había acabado y en el super sólo encontré brandy. Utilicé
almendra picada muy fina, los hay que prefieren picarla un poco gruesa para que
se noten los trocitos.
Otra idea para aumentar la jugosidad de la tarta, a
parte de añadir los licores, fue aumentar la proporción de huevo y también
añadir aire a la mezcla con el batido. El resultado gustó mucho, quedó
realmente jugosa y esta va a ser mi receta a partir de ahora.
La Tarta de Santiago es en principio bajita, pero esta
receta sale más alta de lo habitual, no mucho más pero se nota. Está pensada
para un molde de 25 cm, yo sin embargo utilicé dos moldes, uno de 20 cm y otro
de 13. Importante usar un molde desmoldable.
Ingredientes:
- 250 almendras molidas finas
- 250 azúcar
- 5 huevos medianos
- 2 cucharadas de limoccello
- 5 cucharadas de brandy
- Azúcar glass para decorar
Elaboración:
Precalentar el horno a 170º. Yo utilicé ventilador y añadí
agua al fondo del horno para que hubiera más humedad.
Batir los huevos hasta espumar. Añadir poco a poco el azúcar hasta que se integre batiendo a velocidad media-baja. Cuando esté integrada subir la velocidad y batir hasta que doble el volumen; el color cambiará, se volverá más blanquecino.
Antes de que terminemos el batido añadiremos los licores.
Incorporar las almendras molidas con movimientos envolventes.
Rociar el molde con un spray desmoldante y poner en la base
un papel de horno. Se puede usar un poco de mantequilla para untar el molde
pero el papel de horno es imprescindible.
El molde de 20 cm lo rellené hasta la mitad y el pequeño ¾ partes.
Hornear hasta que al pincharla con un palillo salga seco,
unos 50 minutos.
Cuando esté fría se desmolda y se decora. Bastará con poner
una plantilla de papel de la Cruz de Santiago en el centro de la tarta y espolvorear
azúcar glass. Sólo hay que tener cuidado al quitar la plantilla.
Una cosa que tengo que recordar para la próxima vez es
ponerle al molde una banda de horneado. Estas bandas son unas tiras de tela que
se han de mojar previamente y sirven para que la parte superior del molde que
queda al principio sin masa no adquiera más temperatura que el resto del molde,
ya que de lo contrario las paredes de la tarta subirán más rápido que el centro
y al enfriarse esta se hundirá.
Ya tenéis vuestra Tarta de Santiago jugosa.
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