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domingo, 20 de mayo de 2018

Tarta elegante de gimnasia rítmica


Hasta ahora las tartas con temática de gimnasia rítmica siempre eran iguales, todas coronadas con una muñeca en algún ejercicio de esa modalidad. Esta vez quería hacer una tarta elegante y sencilla al mismo tiempo. También tenía ganas de practicar el modelaje de flores.

Proceso de alambrado
El resultado es una tarta versátil a la que añadiendo pocos cambios se puede transformar en tarta de cumpleaños, comunión o boda. 

Versatil: Boda, comunión...
Elegante
La flor es una interpretación o invención basándome en la peonia,  ya que quería que fuera más abierta para ocupar toda la base y que los colores fuesen los mismos que los utilizados para la tarta sin perder naturalidad. 














El cartel es otro de los protagonistas, es un modelo bastante conocido,  un poco más simple porque no quería que restase atención a la flor principal. Se trata de una placa, en este caso recortada de forma ovalada porque una forma más redonda no se prestaba para la altura de la tarta, rodeada de perlas de azúcar plateadas con unas flores y un lazo para embellecerlo.  Para convertirla en tarta de cumpleaños añadí unas siluetas de gimnastas sujetando el cartel.

Letrero a mano
Decorando con perlas de caramelo, una a una


El sabor de la tarta es de moca rellena de toffe como en la de Lady Bug (ver aquí), me gustó tanto esta combinación que quise aprovechar la oportunidad para repetir.

El bizcocho en este enlace de “Quiero cupcakes”. Para no pinchar en tanto enlace os copio de nuevo la parte de la entrada de Lady Bug con la receta del caramelo salado. 


Caramelo salado.

¡ADVERTENCIA: ELEVADO RIESGO DE COMÉRSELO A CUCHARADAS Y QUE HAYA QUE IMPROVISAR OTRO RELLENO!

Lo normal es que se avise del cuidado que hay que tener con la elaboración del caramelo pues las quemaduras pueden ser muy graves pero nadie dice lo riquísimo que está y lo difícil que es resistirse a la tentación.

Otra cosa que me llama la atención es lo de salado. Bien, pues no está saldado, sólo es que se le echa un poco de sal para potencia el sabor.

Hay varias formas de hacer esta receta, la que yo he utilizado es:
  • 200 gr. de azúcar
  • 2 cucharadas de agua
  • 200 ml de nata para montar (un brick pequeño)
  • 20 gr. de mantequilla
  • Una pizca de sal

En un cazo echamos el azúcar con el agua y removemos un poco para que se integre, lo dejaremos a fuego medio y no removeremos más hasta que el caramelo coja un color dorado, unos 30 minutos, cuanto más oscuro será más amargo. Incorporamos la mantequilla y ahora ya sí podemos remover y seguido echaremos la nata, cuando esté todo incorporado añadimos la sal y dejamos un minuto al fuego. Retiramos, dejamos que se enfríe y ya podemos guardarlo en un frasco hasta su uso. Puede aguantar meses a temperatura ambiente… si resistes la tentación.


El corte

Un pequeño fallo.

La tarta gustó mucho, tanto en diseño como en sabor pero tuvo un pequeño fallo del que se dieron cuenta rapidísimo las pequeñas gimnastas que había en el cumple, ¿sabríais encontrarlo?












La postura de las figuras no es correcta, en esa posición el pie ha de estar tocando la cabeza. 


Todos los días se aprende.

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