Vuelve a ser Navidad y vuelven las galletas, me encanta
hacerlas en esta época porque antes de pensar si quiera en ellas ya tiene cada
una un destinatario.
Quise hacer un Papá Noel, esta vez sin un cortador especial aunque
tentada estuve de comprar uno pero como digo a mis pequeños alumnos, una
galleta es un lienzo en blanco y no hay que liarse a comprar miles de
cortadores diferentes… sobre todo porque
no tengo sitio ni economía suficiente.
Para hacer tantas galletas, unas 30, puede ser de utilidad
realizar una plantilla y dibujar la silueta con un rotulador comestible. En mi
caso, al ser un diseño tan sencillo preferí dibujar cada una de las galletas a
mano alzada para que, aunque parecidos, todos los Santa Claus tuvieran su
personalidad.
Al principio pensé en dibujar sólo al personaje y dejar el
resto de la galleta desnuda pero finalmente me decidí por un fondo verde
navideño ribeteado de dorado. Como fue una decisión final, el fondo lo hice
rellenando los huecos en lugar de hacer una base primera que sería lo
apropiado.
El mayor problema que encontré fue dar con la apariencia de
algodón de las zonas blancas del gorro. Como no tenía azúcar perlada probé a
hacerlo con azúcar blanquilla pero no me gustó el resultado, parecía espuma.
Recordé que tenía un sobre de coco rallado y voilá, me encanta como quedó.
Ya sólo queda embolsarlas individualmente y prepararlas para el viaje.
Rojo, verde, dorado, y Santa Claus, no se puede ser más navideño.
¡ Felices Fiestas !
No hay comentarios:
Publicar un comentario