Fondo

jueves, 10 de abril de 2014

Sonría por favor. Tarta cámara de fotos.


La fotografía es la única máquina del tiempo, capaz de pararlo, de devolvernos al pasado y de hacernos intuir el futuro. Generadora de recuerdos inventados, “La fotografía, como sabemos, no es algo verdadero. Es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado.” (Arnold Newman).


Es una expresión del alma. “A través de mis fotografías puedo hablar de manera más intrincada y profunda que a través de las palabra.” (Richard Avedon). 

La mayoría de las personas nos acercamos a una cámara como a una lavadora, (¡haz tu trabajo maldita!), sin saber que “Lo más importante no es la cámara, sino el ojo.” (Alfred Eisenstaedt).  

Pero cuando la fotografía se convierte en afición, tu forma de ver el mundo cambia. “La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. No es la mirada misma.” (Susan Sontag).



Hoy es el cumpleaños de mi marido y le he regalado una cámara.



Tarta cámara de fotos de chocolate blanco.

 

Pero viniendo de mí no podía tratarse de una cámara de verdad, esas compras se las dejo a él, me confunden todos esos cachivaches, así que he unido su hobbie con su sabor favorito y salió esta tarta.


Estoy contenta con el resultado a pesar de no haber tenido más tiempo para dedicar a los detalles. Eso también es algo a aprender cuando te quieres dedicar a este mundillo, el tiempo es oro y debes saber que puedes ofrecer en ese tiempo.
La receta del bizcocho de chocolate blanco fue un experimento que salió como salió. El bizcocho quedó demasiado seco, se desmigaba con facilidad y su torneado resultaba más complejo de lo deseable; cómo arreglarlo, pues empapándolo de almíbar que lo convirtió en un bizcocho húmedo y para mi sorpresa suave al paladar, muy del gusto español, cosa que como suelo recordar no es lo mío. Y si no hay fotos del corte es porque simplemente no dio tiempo, para cuando me di cuenta la tarta había desaparecido, lo cual “me llena de orgullo y satisfacción”.



La receta, una semi-invención mía a base de leer muchas, hoy no la voy a compartir y no porque sea un secreto sino porque quiero seguir experimentando con ella hasta dar con la esponjosidad esperada, ya que de sabor me gustó mucho. Eso significa que voy a poner a trabajar a mis conejillos de indias, que no catadores; esa categoría es para cuando tienes un nivel que espero alcanzar más pronto que tarde. Tienes que rodearte de familiares y amigos dispuestos a hacer un sacrificio en post de la ciencia repostera, capaces de ser sinceros, cosa que en un principio les resultará duro pero hacia la cuarta tarta empezarán a opinar abiertamente sobre texturas y sabores.
Decid pa-ta-ta. No, mejor decid tar-ta.



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