(Rectificación)
¡ Vaya metedura de pata ! Esto demuestra lo poco que sabemos sobre la celiaquía, en mi ignorancia he creído que sólo el trigo era perjudicial para este transtorno, y no, la avena tampoco es apta. Prometo investigar sobre el tema a fin de crear recetas aptas para todos. Gracias Sara por sacarme del error y mil perdones a todos los celíacos.
La verdad es que no recuerdo de dónde saqué la receta original pero ya hace tiempo que las modifiqué a mi manera. Buscaba unas galletas sanas, es decir, sin colesterol,sin gluten, unas sin-sin pero con
sabor y para rizar el rizo veganas, porque la repostería no tiene que estar
reñida con una alimentación sana, sólo hay que buscar el equilibrio. Aportan
energía y son ideales para el desayuno, o la merienda, o… no, a la cena no
llegaron.
¡ Vaya metedura de pata ! Esto demuestra lo poco que sabemos sobre la celiaquía, en mi ignorancia he creído que sólo el trigo era perjudicial para este transtorno, y no, la avena tampoco es apta. Prometo investigar sobre el tema a fin de crear recetas aptas para todos. Gracias Sara por sacarme del error y mil perdones a todos los celíacos.
La verdad es que no recuerdo de dónde saqué la receta original pero ya hace tiempo que las modifiqué a mi manera. Buscaba unas galletas sanas, es decir, sin colesterol,
Galletas de avena, avellana y zanahoria.
Ingredientes:
- 2 tazas de avena
- 1 taza de zanahorias ralladas
- 1 taza de avellanas trituradas
- 1 taza de harina de maíz (Maicena)
- 1 taza de azúcar moreno
- ½ taza de leche de avena
- ½ taza de aceite de girasol
- 1 cucharada de jengibre (fresco o seco)
- ¼ cucharadita de sal
Notas antes de empezar:
- Si os da pereza rallar la zanahoria podéis utilizar un picador eléctrico.
- El tamaño en el que trituréis las avellanas dependerá de cómo os guste encontrarla en la galleta, yo las pico muy finas por los niños.
- Por el mismo motivo también trituro la avena aunque sin que llegue a ser harina, pero este paso no es obligatorio.
- Me encantan el jengibre, por eso he puesto una cuchara tanto si es fresco como seco aunque lo normal es que si es fresco, al ser su sabor más fuerte, se añada media.
- La leche de avena se puede sustituir por otra leche vegetal o por leche desnatada si no te importa la opción vegana.
- Recordad que tazas y cucharas son medidas estándar y podemos encontrar medidores fácilmente. Estas son las que tengo yo.
Tazas |
Cucharas |
Precalentamos el horno a 180º y pondremos en la bandeja
papel de hornear.
En el vaso de la batidora introduciremos las zanahorias ralladas,
la leche, el azúcar, el aceite y el jengibre rallado si es fresco y mezclaremos
hasta que se integren. En otro
recipiente pondremos los ingredientes secos, la harina, la avena, las
avellanas, la sal y el jengibre si es seco.
Añadiremos a la batidora poco a poco los ingredientes secos
y dejaremos reposar 15 minutos hasta que absorba la mayor parte de la humedad. La
mezcla resultante es bastante húmeda pero no líquida, como en la imagen. Si aun
así resultase demasiado líquida añadiremos ½ taza de harina de maíz.
Consistencia de la masa |
La masa se pone en la bandeja a cucharadas (esta sí, una
cuchara sopera), una para cada galleta, haciendo resbalar la masa en el mismo
punto, su consistencia hará que se esparza y tome forma redondeada, podemos
ayudarnos con la misma cuchara para darle una forma más uniforme pero estas son
unas galletas “rústicas”.
En 15 minutos estarán listas. A disfrutar.